El objetivo es claro, recaudar $25´480.000 vinculándose a las distintas actividades que dicho departamento ha programado para lo que resta del semestre, dirigidas a toda la comunidad universitaria (estudiantes, egresados, docentes, colaboradores, frailes, directivos académicos y administrativos), así como al público externo interesado en transformar la vida de estas familias.
Dentro de las estrategias de recaudo se encuentra la USTATÓN, un evento programado para el próximo 30 de septiembre, donde los tomasinos podrán realizar sus donaciones y, al mismo tiempo, disfrutar de actividades culturales, deportivas y de salud.
También existen diversas maneras de participar. Tal como lo expresa Rosemary Ramos, Coordinadora en el Departamento de Promoción y Bienestar Institucional: “los tomasinos podemos contribuir con nuestra voz, divulgando esta hermosa estrategia; con nuestras manos, ayudando en la construcción de las casas; y con el corazón, dando una donación”. Así que la participación de los tomasinos, sus familias y público en general es clave para demostrar que los colombianos estamos comprometidos con la realidad social de una manera crítica, creativa y ética, tal como lo asegura fray Rodrigo Rivero Gutiérrez, Director del departamento organizador y principal abanderado del Universo USTA.
#TomasinosDeOtroPlaneta en Cazucá
Para la selección de la familia en Bogotá se contó con el apoyo de la Unidad de Proyección Social y Extensión Universitaria, a través del Centro de Proyección Social de Cazucá, donde la Universidad Santo Tomás hace presencia con la articulación de proyectos entre la academia y las comunidades, a partir de las necesidades manifiestas.
En este territorio habitan ciudadanos de la Comuna 4, una de las seis comunas del casco urbano del municipio de Soacha (Cundinamarca), que recibe el nombre de Altos de Cazucá, en la localidad de Ciudad Bolívar. Es una zona de extrema vulnerabilidad social donde se evidencia una mezcla de pobreza, desempleo, desplazamiento forzado, violencia y problemas ambientales.
En esta comuna se encuentra el barrio Santo Domingo Tercero, una zona de bajos recursos que no tiene acceso a la vivienda, cuyas condiciones de vida se caracteriza por acceso inadecuado a agua potable, higiene y otros servicios básicos.
Y, justo allí, se encuentra el matrimonio Chica, una pareja de 81 años de edad, sin hijos, ni familia, que viven solos hace 28 años, desde entonces no tienen una casa digna ni cómo sostenerse económicamente; pero el sueño de tener una casa propia sigue intacto, la casa de sus sueños la quieren llamar “Nuestro Señor y La Virgen Del Cielo”, de tal manera que piden ayuda para poder tener una calidad de vida íntegra.